Si puede, Cristian Lucchetti patea bien lejos la pelota para evitar hablar de fútbol. Esta vez, el arquero no pudo con la marca personal y cede ante la insistencia del cronista. Acepta la invitación. Se sienta a charlar como si el escenario no fuera el complejo de Ojo de Agua sino un cafetín de la vieja Buenos Aires. Es una charla de café sin café. Sabrosa en expresiones y sensaciones.
¿Atlético tiene equipo para ascender? Es la pregunta inicial. “Hay muchas ganas. Se ha hecho una buena pretemporada. Pero si estamos o no para pelear se verá a lo largo del torneo. Hay una gran predisposición para poder lograr el objetivo. Hay ganas y mucho ánimo de hacerlo”.
La subjetividad se cuela en la conversación. El “decano” se midió ante rivales en Salta y acá en la provincia, pero... “No sé cómo estamos en puntos del uno al 10, pero te digo que la calificación es muy buena. No podemos comparar los rivales que tuvimos con los de la B Nacional, pero igual sirvieron. En los clásicos todos trataron de conseguir un lugar entre los 11 y eso es muy bueno. En este grupo nadie tiene tiempo para relajarse y eso me parece que fue lo más importante y productivo de la pretemporada”, asegura.
La grieta entre tanta fantasía está atrás, en una defensa que responde como pocas cuando lo atacan por abajo pero que sufre horrores cuando la agreden por el aire. “Ha sido un déficit que hemos sufrido. Es algo a mejorar. Hay que evitar hacer fouls cerca del área porque seguro alguna vez te van a cabecear. El foul táctico tiene que ser cerca del medio. Sería ideal cortar la jugada en esa zona”.
Lucchetti no quiere espantar a nadie. “Tampoco hay que armar una psicosis. Tenemos buenos cabeceadores. Lo que pasa es que tenemos un promedio de altura bajo mientras que la mayoría de nuestros rivales tiene 4 o 5 tipos grandotes; hay que trabajar”, explica quien podría sentirse el más grandote del plantel, aunque a veces parezca que el viento puede llevárselo. “Yo soy el gigante, ja, ja, ja”.